10/10/2009
Llena de nervios me dispuse a coger el primer tren que me acercaría al aeropuerto de Charleroi. Tuve suerte de ir aquel trayecto con Marta compartiendo la incertidumbre ya que su chico llegaba también. Tras hora y media de tren, esperar otra media hora al autobus (los fines de semana los horarios del autobus del aeropuerto son horribles!!) y otros 15 minutos de trayecto podía quedarme calva tirándome de pelos.
Allí ya me estaban esperando mis tios, mi hermana, mi cuñado y mi chico. En seguida nos pusimos de camino a Brujas y por la tarde a Gante (ciudades increibles a las que tengo que volver porque estuvimos poco tiempo y sé que me quedaron cosas por ver).
Llena de nervios me dispuse a coger el primer tren que me acercaría al aeropuerto de Charleroi. Tuve suerte de ir aquel trayecto con Marta compartiendo la incertidumbre ya que su chico llegaba también. Tras hora y media de tren, esperar otra media hora al autobus (los fines de semana los horarios del autobus del aeropuerto son horribles!!) y otros 15 minutos de trayecto podía quedarme calva tirándome de pelos.
Allí ya me estaban esperando mis tios, mi hermana, mi cuñado y mi chico. En seguida nos pusimos de camino a Brujas y por la tarde a Gante (ciudades increibles a las que tengo que volver porque estuvimos poco tiempo y sé que me quedaron cosas por ver).
Aquella noche cenamos en mi casa ya que había sido el cumpleaños de mi tio y en unos días sería el de Javi asíque les tenía preparado un cartel de felicitación y una tarta que había hecho que, por cierto, a pesar de faltarme el ingrediente estrella (aquí encontrar una botella de anís es casi imposible, salío muy rica.
Maastrich, Waterloo y Liege fueron los siguientes destinos.
Lo pasamos genial, lo peor... la despedida. Ver a todos irse, sobre todo a mi hermana que no sé cuando la volveré a ver... Como a casi todos, me tocó llorar...
Gracias a todos por venir, fue un finde genial!
No hay comentarios:
Publicar un comentario