Ya teníamos plan aquella noche pero decimos ponernos a tono con el momento viendo una peli de miedo. Después llenamos el buche y empazamos a disfrazarnos. Con música de fondo y la calabaza observándonos nos preparamos para la fiesta que nos esperaba en la residencia de estudiantes.
Mi casa parecía el camarote de los hermanos Mars; Cris no daba a basto para cardarnos a todas el pelo otras empezaban a maquillarse, descubrimos que Isa no sabe ponerse una calcomanía :-p, Soraya no paraba de echarse granadina, la cuál sólo conseguía mancharle un poco la tropa pero se alejaba bastante al aspecto que tiene la sangre, y con entre tanto revuelo mi casa apestaba a laca.
El camino fue muy ameno entre cantos y al llegar descubrimos que muy pocos estábamos disfrados. Algunos sólo se pintaron la cara y al parecer fue por que vieron a un grupo de chicas de la resi que eran las únicas disfrazadas de la novia cadaver. La noche seguía y alguna comenzó a notar los excesos, 2 se dieron de baja mientras el resto difrutabamos de lo que nos quedaba de noche...
En el carré Cris y yo decidimos cambiar de ruta, cansadas de ir siempre a los mismos bares y entre bailoteos estuvimos hasta las 7:30.
Un Halloween inolvidable.
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